Escucha el tintineo de la tarde mientras eructa ranas de páramo, los juegos no le riman con las promesas, la soledad ventricular no tiene cura... Atraviesa un pasadizo de contorsiones báquicas y una culpa doncella le doma en la piel las añejas fibras de la ausencia.
Los gritos mordidos de silencio se renuevan en gemidos…
1 comentario:
Que buena foto, soy fans... y que mala onda del diseñador que separó AMOR en dos.
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