lunes, 7 de mayo de 2012


Recuerdos de otros besos me llenan de tristeza las mañanas, la racional claridad me trae remedos de sombras y ciclos sin resolver. Pienso en caminar hacia atrás, en remendar los entuertos y poner fin a mis errores…. O en detener mi mente y volar entre las mieles de mis días venideros, entre las bellas condiciones de estas fechas y los espasmos delicados de este nuevo comienzo…. Pero simplemente, sé que para siempre, he perdido un pedazo de alma. 

jueves, 12 de abril de 2012


Hace 20 años para enterarme del mundo me tocaba ir a una biblioteca pública en Tunja bellamente acondicionada en un claustro del siglo XVI, que a pesar de su magnificencia, ofrecía en sus gabinetes tomos publicados hace 5, 10, 20 o 50 años atrás... era bonito, ese era mi facebook, esos eran mis chats y también mis recovecos mentales porque era el refugio perfecto para un adolescente anacrónico, vago, desubicado e introvertido ... pero bah! sin mayores aires de intelectualidad....lo que siempre sentí fue envidia por no poder viajar, escuchar cd´s en vez de andar grabando música de una emisora en un cassette o de tener cable en vez de andar relamiendo los canales nacionales de televisión (que aunque en ese entonces no eran tan malos como ahora... eran la única e irremediable opción).

Esos tiempos de romanticismo pueril, vida campestre y estructuración fueron buenos porque todo se tocaba, todo se repasaba, todo se atesoraba y todo se recordaba porque vivía en una casa a muchos kilómetros de la ciudad, que en donde si algo se te olvidaba te jodías porque no había forma de comunicarse con nadie ya que hasta los 90´s tuvimos teléfono fijo... y aunque en muchos sentidos era un privilegiado (toca siempre agradecer)... también como a todos los que me rodeaban, vivía en un mundo de limitaciones, de brechas de pensamiento, de desigualdad por la falta de acceso a una información actual y de imaginarios decimonónicos que se acentuaban con la vida de provincia (muchos de los que todavía intento huir). Y si la vida era más bonita y más personal, no quiero retroceder en el tiempo, no quiero enajenarme de la actualidad, no quiero dejar de escuchar o ver las cosas que me gustan para no ser tachado de delincuente, cuando en este país a los que de verdad roban, asesinan o pisotean los derechos humanos les dan beneficios, no les exigen que devuelvan lo que se llevan y además les dan casas por cárcel.

Y bueno, si la policía informática que va a vigilar los derechos de autor es la misma que me ha protegido cuando la delincuencia me ha hecho daño, me reservo todas las opiniones al respecto.